No es de extrañar encontrarse la Cataluña más antigua a orillas de los ríos, los paisajes te hacen sumergir en la vida que debió transcurrir por esos caserones, puentes y murallas de piedra ahora abandonados, muchas veces de difícil acceso, aun así estos ríos guardan un tesoro en sus aguas, a veces inimaginable.
A pesar del caudal con que nos esta brindando la naturaleza este verano, las capturas nos albergaron gratas sorpresas, la mayor parte pescadas con ninfas diversas, no estaban muy selectivas, seguramente la poca presión de pesca que reciben estas zonas son una buena carta asegurada para pasar un buen día.
"No es de extrañar hacer algun doblete de truchas con estas aguas."
Nos vemos.