Cuando la Patagonia catalana calma sus aguas, y su caudal vuelve a un ritmo lento y pausado, es el momento en que las cebadas se dejan vislumbrar en las tablas de aguas quietas, a veces, son sus lomos los que rompen la quietud de la superficie, los nervios te saltan a flor de piel y hacen temblar por un momento la empuñadura de corcho que sujetas, con el pulso acelerado y la vista fija sobre un punto determinado, nada de lo que te rodea te afecta, estas solo, y a pesar de todo el cúmulo de sentimientos, la paz reina en tu interior.
"Ramón Sorribes y Gavi, en plena acción de pesca."
"Y estos dos que hacen, tanto cambiar moscas..... "
"David Luque, pescando a seca."
" Trucha arco -iris blanca, seguramente a remontado del embalse de Rialp."
Nos vemos.